martes, 13 de diciembre de 2016

Dibujos en la arena


Partimos de la base de que el Land Art es un movimiento artístico en el que un autor emplea distintos elementos de la naturaleza con una intención artística, y es entonces cuando, a esa producción finalizada, se la llama “obra”. A su vez, y como ya hemos visto anteriormente, este arte puede ser considerado como un producto de la casualidad de la que el ser humano se aprovecha. Ahora bien, ¿podría considerarse Land Art un dibujo en la arena o una torre realizada con el mismo material y llevado a cabo por un niño/a en la escuela infantil? Tal vez no llegue a denominarse “obra”, pero sí tiene una intención: una simple montaña de arena puede representar muchísimas cosas, ya sea por el nombre que le de el niño/a o la interpretación del adulto; dibujar una cara en el arenero del patio puede manifestar los conocimientos sobre el cuerpo y quiere mostrar lo que ha aprendido… Y si una creación en un lienzo convierte a este en un cuadro, o moldear arcilla, en escultura, ¿por qué no ofrecerle esa oportunidad también a los más pequeños? Tal vez, si los motivamos desde edades tempranas, convirtiéndoles en “mini-artistas” y haciéndoles sentir como tal, lo que en un primer momento sólo tenía una intención, en un futuro puede llegar a convertirse en una auténtica obra.




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